Participa en el ritual de despertar de las pirámides de Egipto
Este noviembre esperamos a todos nuestros discípulos y sus amigos y conocidos en Egipto. Allí podrás participar en un ritual único de despertar de las pirámides de Egipto. Este antiguo reto protegerá nuestro planeta de guerras y enfermedades y ayudará a cada su participante en sus asuntos, amor y carrera. Explicamos cómo ocurre en este artículo.
Estamos en los tiempos de la guerra entre el Bien y el Mal
Nuestros ancestros nos tendrían envidia: nosotros vivimos en un mundo cómodo y tranquilo, no tenemos guerras sangrientes, no morimos del hambre, no hacemos duro labor físico, y además los doctores aprendieron a curar enfermedades que hace poco aún se consideraban incurables. Un mundo maravilloso, ¿ay que sí?
Pero, por supuesto, no todo el mundo vive así. Millones de gentes de los países más pobres del mundo, al igual que en la edad media, mueren de enfermedades y hambre, viven en casas de bolsas de plástico y cartón o... se matan uno a otro.
Sí, hoy en día no hay guerra que se pudiese comparar con la Primera o la Segunda Mundial, pero en muchos lugares del planeta hay conflictos militares, disturbios civiles, atentados. Se derrama la sangre, se rompen vidas. Odio, malicia, miedo, dolor, violencia: hay tanta negatividad en mundo, que bien difícil sería llamar la Tierra un paraíso.
Toda esta negatividad no surge así por nada. Son manifestaciones de los espíritus del Mundo Inferior, los demonios. Desde hace siglos intentan establecer su reinado en nuestro planeta, y, seamos francos, a veces tienen mucho éxito con ello. Inquisición, epidemias de la peste, guerras, holocausto, VIH, desastres tecnológicos, tsunamis: los espíritus del Mundo Inferior tienen todo un arsenal para aniquilar a la humanidad.
Entonces, ¿cómo seguimos con vida todavía? El caso es que los demonios crean la muerte, el miedo y la destrucción no con sus propios manos, sino a través de la gente. El objetivo de los espíritus del Mundo Inferior es invadir los almas de cuantas más personas posible y convertirlas en los guerreros del mal, pero siempre se enfrentan con ellos las Mujeres de la Fuerza.
Esta lucha del Bien y del Mal será eterna en la Tierra, hasta que una de las bandas gane. Cada una de nosotras puede acercar la victoria de la Mujeres de la Fuerza si se convierte en una de ellas.
Las Mujeres de la Fuerza: ¿qué son?
Porque, en realidad, ¡las Mujeres de la Fuerza no son de la Tierra! La leyenda dice que hace muchísimo tiempo fueron enviadas a nuestro planeta desde la remota y misteriosa estrella de Sirio, donde la vida es completamente diferente: no tienen guerras, enfermedades, odio ni miedo. Los habitantes de Sirio viven en amor, compasión y empatía. Podemos decir que moralmente superan a los terrícolas por muchísimo.
Hace mucho tiempo en Sirio fue tomada la decisión de ayudarnos a nosotros, los terrícolas, a combatir a los espíritus del Mundo Inferior y demonios y ayudarnos a construir un paraíso en la Tierra. Fueron enviados a nuestro planeta los representantes de Sirio, y aquí se encarnaron en apariencia humana. Por supuesto, no se acuerdan de dónde vienen, y es imposible distinguirlos visualmente de la gente normal: no tienen tentáculos, ni alas, ni antenas ni otras cosas de los alienígenas.
Sin embargo, tales personas siente su desigualdad, enormes ganas de hacer algo grande e importante por el bien de los demás. No se satisfacen con éxitos en la carrera, dinero grande, casa lujosas o coches caros: todos estos atributos del éxito no los brindan la satisfacción.
Entre los enviados de Sirio hay muchos benefactores, filántropos o voluntarios ordinarios que cada día intentan hacer el mundo un mejor lugar, y el sentido de sus vidas lo ven en ello y no en un piso nuevo o un yate.
¡Son ellas las verdaderas Mujeres de la Fuerza que hay en toda la Tierra! Son muchas, pero no saben de las demás. No tienen ni idea de los más importante: ¡si se reúnen todas, podrán convertir nuestro planeta en un paraíso!
Queridas, ¡las Mujeres de la Fuerza sois vosotras!
Cómo despertar las pirámides de Egipto
¡Lo sabemos! Durante ya más de 30 años hacemos seminarios en diferentes ciudad y países para encontrar a todas las Mujeres de la Fuerza y reunirlas. ¿Para qué? ¡Para hacer un ritual único del despertar de las pirámides!
Todas las pirámides en la Tierra aparecieron gracias a los habitantes de Sirio. No importa si son artificiales, como, por ejemplo, las pirámides de Egipto, México, América Latina, China, o naturales, como la montaña Kailash en Tíbet o la pirámide del Amor en Chipre.
Si activamos todas las pirámides, crearán un campo de energía protector que protegerá a la Tierra y sus habitantes de guerras, epidemias, hambre, es decir, no dejará que los espíritus del Mundo Inferior ganen.
Pero para hacerlo hay que despertar las pirámides. Ahora están dormidas, no son más que rocas muertas que encierran en si una enorme fuerza. ¿Qué puede despertarlas? El quinto elemento, como en la película homónima de Luc Besson, o sea, un hombre o, más bien, un superhombre. No tiene que llevar en su alma maldad, agresión, odio. Es lo contrario: tiene que pensar en la felicidad de todas las personas del planeta.
Como ya habréis adivinado, estas personas son las Mujeres de la Fuerza. Son ellas quienes activan las pirámides de Egipto y otros países. Así fue, por ejemplo, durante el último retreat a Kazajistán cuando los que hicieron el ritual consiguieron despertar la pirámide de Kazajistán. Respondieron a ello las pirámides de Egipto y México que están esperando a la gente espiritual.
Por eso organizamos dos retreats: en noviembre a Egipto, y en febrero a México. Si conseguimos despertar todas las pirámides, ¡el paraíso llegará a la Tierra aún durante nuestras vidas! Viviremos en un mundo completamente distinto, un mundo del amor absoluto y felicidad 100%.
Sin embargo, ¡solamente pasará si se reúnen todas las Mujeres de la Fuerza! ¡Por eso os invitamos a vosotras! ¡Veníos e invitad a vuestros amigos, familiares, colegas! ¡Salvemos nuestro planeta todos juntos!
Además, tenemos que recordar que la participación en el ritual no solo cambia el mundo alrededor de nosotros, sino también a nosotros mismos, los que participamos en el ritual. Es un ritual energético tan fuerte que resuelve todos los problemas, ya sean de salud, dinero, relaciones, autorrealización. Ayudan asimismo los Objetos de la Fuerza que utilizamos durante el ritual. ¡Veníos, ya lo veréis con vuestros propios ojos!
Vittoria, Canadá:
De la gente como yo mi abuela decía que el Dios nos besó en la cabeza. Quiere decir que siempre tenía suerte con todo, siempre conseguía lo que quería. Entré en la mejor universidad con mis esfuerzos, obtuve educación, inmediatamente después de la universidad me contrató una empresa grande. Mi carrera voló hacia arriba rápidamente. Muchos de mis compañeros de clase tuvieron muy difíciles sus primeros pasos en la profesión y durante varios años trabajaban en puestos bastante bajos, apenas llegando a final del mes, mientras yo a mis 25 ya llegué a ser directora de la sucursal. Apartamento, coche, viajes. No obstante, por decir la verdad, todo eso me parecía algo... no sé, falso. Sentía que no era por ello que viene el hombre a la Tierra. Siempre creí que había en cada hombre una parte del Dios, un fuego que despierta todo lo mejor en el alma. ¿Y qué?, pensé, ¿este fuego lo gasto en startups y aumentar las ganancias de mi jefe? Que superfluo... Entendí que tenía que dedicarme al autodesarrollo, y muy rápido entré el movimiento El Campo de Amor (¡ya digo que el Dios me besó en la cabeza!:)). Las prácticas espirituales y energéticas que hacíamos me cambiaban, empecé a participar en proyectos de caridad, ayudar a los que han tenido menos suerte que yo. También participé en una oración de circulo: aquella vez paramos unos incendios forestales muy fuertes en la lejana Rusia. ¡Fue un experiencia formidable! Después de eso quería algo más, y por eso acepté con gusto la invitación para el retreat a Kazajistán para despertar la pirámide. En aquel momento, durante el ritual, sentí como si me atravesara un rayo de luz. Vi con claridad nuestro planeta y cómo puede ser si no hay guerras, enfermedades ni niños abandonados. Antes no me imaginaba el paraíso, pero después del viaje a Kazajistán entendí cómo tiene que ser. Decidí con firmeza ayudar a crearlo. Voy a visitar Egipto en noviembre y México en febrero. He decidido que podré convencer y llevar conmigo a 10 amigos como mínimo. Sí, ya sé que es una meta ambiciosa, pero ey, acordaos de mi cabeza:))) Creo que podré cumplir con mi promesa.