El nuevo virus aparecido en China a mediados del año 2019 en menos de dos meses ha puesto en peligro a toda la población mundial. Los médicos aún no han encontrado una vacuna que pueda detener la mortal enfermedad . ¡Pero eso no significa que es imposible detenerla! ¡Se puede!

Las imágenes de la ciudad China de Wuhan recuerdan las películas sobre el Apocalipsis. Calles vacías (¡y eso en una ciudad con una población de 9 millones!), centros comerciales, escuelas, cafeterías y edificios de oficinas cerrados. No circula el transporte público. Un silencio terrible  que solo es violado por las sirenas de las ambulancias, los vehículos del Ministerio de emergencias y la milicia armada popular de China…

Por las calles anda gente con ropa que se asemeja a escafandras espaciales, rociando todo a su alrededor con una solución especial. 

Las estadísticas de propagación del coronavirus se vuelven realmente espeluznantes: se han enfermado más de 31 mil personas , más de 600 han muerto, 28 países han confirmado oficialmente la detección del virus en su territorio.

Y peor aún que el silencio de Wuhan es el silencio de los médicos : todavía no hay vacuna. Y eso significa que literalmente a cada habitante de  la Tierra lo amenaza una muerte rápida y dolorosa…

Las predicciones de los astrólogos y chamanes se hicieron realidad: 2020 es un año de una terrible prueba para todo el planeta

El coronavirus, el espíritu insaciable que devora todo lo viviente viviente, arremetió contra la Tierra. Él se alimenta de nuestro miedo, dolor, muerte. Cuantas más personas pueda engullir, más fuerte e indestructible se volverá. ¡Lo que significa que tenemos que detenerlo ahora mismo! La dilación pone en tela de juicio la existencia de la humanidad en su conjunto. ¡De cada uno de nosotros! De nuestros seres queridos, de nuestros amados, de nuestros hijos y padres.

Simplemente no tenemos derecho a estar sentados y cruzados de brazos.

¡Y no nos sentamos! Ahora en diferentes ciudades y países, en diferentes continentes, realizamos rituales diarios en el "Campo de amor". Apelamos a los buenos espíritus que pueden proteger a las personas del poderoso espíritu del coronavirus. A los espíritus de la salud, el amor, la compasión.

Durante el ritual, creamos un capullo protector para todo el planeta. Él salvará tanto a la gente en China como a sus seres queridos, no importa cuán lejos vivan de las fronteras de China. Usted también puede asegurar la protección de su familia. Vengan a la oración, traigan fotos de sus seres queridos.

Y lo más importante - ¡dejen que el amor se asiente en sus corazones  y no el miedo, el odio, la desesperación!

Porque cualquier espíritu del mundo Inferior (el espíritu del coronavirus incluido) nunca viene solo. Se manifiesta a través de otras personas: personas bajas, inmorales, malvadas. Y en el contexto de la tragedia mundial, el número de secuaces del espíritu del coronavirus ha aumentado dramáticamente.

Incluso personas así vienen a nuestras clases. ¡No vienen, irrumpen! ¡Exigen mostrarles la sangre de niñas inocentes que supuestamente bebemos, las escobas en las que supuestamente volamos a los aquelarres! Por supuesto, tales acusaciones son ridículas. A menudo, los estudiantes no pueden contener una sonrisa al escuchar este tipo de tonterías.

Pero hay que comprender que esas personas no son bichos raros, o como dicen, locos urbanos. Sus mentes fueron capturadas por los espíritus malignos. No saben lo que hacen. ¡Pero no nos asustarán ni nos detendrán! Continuaremos orando por cada persona en la Tierra. ¡Y por estas desafortunadas personas que han caído bajo la influencia de los espíritus del mundo Inferior, ORAREMOS con fuerza triplicada!

¡Solo el amor detendrá el peor brote de la epidemia del siglo XXI!

¡Vengan al "Campo de amor"! ¡Salvemos el planeta juntos!